Usos del corte con agua

Para cortar el acero inoxidable pueden utilizarse diversas técnicas. Una de las más elegidas por los profesionales es el corte por chorro de agua: consiste en la aplicación de un chorro de agua a una alta velocidad que corta el metal. 
Este tipo de corte es realmente útil porque no calienta el acero inoxidable, por lo que está especialmente utilizado en la industria mecánica que necesita que las piezas no estén deformadas por el calor ya que podría afectar a las propiedades de la misma.


También es muy usado en trabajos industriales porque supone un gran coste en maquinaria: no hay desgaste al no haber una herramienta como tal para hacer el corte.
Gracias a las propiedades de este sistema, puede cortarse un cono inox de manera fácil sin que se doble o se deforme, quedando la pieza con la forma, grosor y tamaño deseado de una manera muy sencilla.

Ventajas del corte por agua
Como hemos mencionado, supone un gran ahorro al no haber desgaste de piezas durante su uso. Además, la misma máquina puede cortar todo tipo de materiales sin ser necesarios repuestos ni cabezales especiales, por lo que el precio es el mismo independientemente del material que se corte. Otra de sus grandes ventajas es que se presenta como un sistema muy ecológico al no generar residuos ni contaminación durante su utilización.

Materiales que corta

Este sistema, por sí mismo, es capaz de cortar caucho, cartón, papel, goma, fibra de vidrio o espuma, entre otros. Si se le añade un ingrediente abrasivo, las posibilidades son mucho mayores: puede cortar acero inoxidable, templado o de carbón, granito, aluminio, titanio, vidrio, vigas de hormigón, kevlar… con lo que las aplicaciones en el sector industrial son muy grandes.

¿Para qué podemos utilizar el oxicorte de seis sopletes?

Uno de los métodos más empleados a la hora de soldar piezas y estructuras de diversa índole es el llamado oxicorte, que se utiliza para poder llevar a cabo la adecuación de aquellas. ¿Cómo? Mediante su corte a través de un sistema de combustión, donde juega un papel fundamental el soplete.
oxicorte de seis sopletes
En nuestro taller es frecuente que dicha acción la acometamos mediante lo que se da en llamar oxicorte de seis sopletes, que es muy útil especialmente para realizar el ajuste oportuno de vigas y de infraestructuras de gran tamaño tales como raíles. Y es que gracias a dicha técnica se consigue una notable precisión y una mayor rapidez. Esto último se logra porque, al disponer de seis boquillas como las citadas, la velocidad lineal del corte es mucho mayor.  

Tipos de plegados de metal

Para poder curvar los metales es necesario utilizar maquinaria adecuada que permita hacer las operaciones de una manera rápida, eficaz y duradera. Aunque hay distintas máquinas, las más utilizadas para curvar los metales están formadas por dos piezas principales: el punzón y la matriz.

El punzón es la pieza superior, que es la que ejerce la fuerza sobre la pieza de metal que queremos plegar. La matriz es la superficie sobre la que se descansa. Hay varios tipos de plegados de metal que dan como resultado distintas formas: con ondulaciones, en “U”, grapado, doble plegado… cada uno de ellos tiene una ejecución distinta dependiendo del resultado final.


Los dos tipos de plegados más utilizados suelen ser los siguientes:
  • Plegado en falso: es el más utilizado, ya que requiere de menor fuerza para poder llevar a cabo el curvado de metales. Además, tiene una gran ventaja: la chapa no es manipulada, por lo que conserva su espesor original. Con este tipo de plegado pueden obtenerse dobleces en forma de “V” u otros con múltiples ángulos, dependiendo del tipo de resultado que se desee llevar a cabo. 
  • Plegado con golpe: en este caso, la chapa sí que se penetra con las herramientas utilizadas. El punzón llega hasta abajo, por lo que la chapa pierde un poco de espesor. Sin embargo, permite un ángulo mucho mayor. Debido a la gran fuerza necesaria para hacer este plegado, suele limitarse a planchas con un determinado grosor para que no se debiliten durante el proceso.
Hay otras técnicas que se utilizan para plegar conductos o metales mucho más gruesos que requieren un tratamiento especial. Para todos ellos hay que usar una maquinaria específica que permita moldear el material sin causar daños estructurales durante el curvado de metales para que siga manteniendo sus propiedades a la hora de ensamblar las piezas.